Disidencia sexo/genérica presente en la Gran Marcha Nacional del Agua

¡Queremos más cabras, queremos maíz, minera Yanacocha fuera del país¡

Por: Colectivo Contranaturas

Con alegre rebeldía y en reconocimiento a la lucha articulada por la defensa del agua, representantes del movimiento de la disidencia sexo/genérica, participamos en el pasacalle de Lima, en respaldo al inicio de la Gran Marcha Nacional del Agua

Como parte de las acciones de la Gran Marcha Nacional del Agua, el Colectivo Contranaturas, la Kolectiva de Rebeldías Lésbicas y el Movimiento Homosexual de Lima – MHOL, participamos en el pasacalle de Lima, en respaldo al inicio de la Gran Marcha que partió el día de ayer (1ro de febrero), desde las lagunas Cortada y Mamacocha en Cajamarca.

El pasacalle en Lima, partió desde el monumento a José Carlos Mariátegui rumbo a la Plaza San Martín, durante su recorrido, las disidentes sexo/genéricas nos movilizamos en el “PasiBus”, un pequeño bus que busca llevarnos al paradero de la justicia social y reconocimiento de la diversidad natural, cultural y sexual.

Junto a cientos de personas, muchas de ellas jóvenes, el PasiBús se sumó a las voces que demandan el respeto al agua y la tierra. Exigiendo el cese del abuso de las empresas mineras, quienes en complicidad con el actual gobierno, ha lanzado una ofensiva para arrasar con nuestro medio ambiente como es el caso del proyecto Conga de la minera Yanacocha.

Las lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersex, defensoras del medio ambiente, estamos convencidas que la defensa de la tierra y del agua es una defensa ligada a la lucha por la identidad sexual y de género, en la medida que tanto el cuerpo como la tierra y la identidad como el agua, forman parte de nuestra vida, aquellas que los fundamentalistas económicos, culturales y religiosos quieren destruir porque no encajamos en sus modelos de desarrollo y de sociedad.   

Por ello, seguimos invitando a todas las personas LGTBI a tomar una posición frente al abuso de las comunidades campesinas que están siendo violentadas, tanto como son violentadas nuestras comunidades.